miércoles, 15 de mayo de 2019

Todo tiene su tiempo


Todo tiene su tiempo y todo aquello que desees debajo del cielo tiene una hora determinada. Encontrarás el tiempo de nacer y el tiempo de morir. Tendrás el tiempo de plantar lo mejor de tu semilla y el tiempo de arrancar lo que alguna vez sembraste. Habrá tiempo de matar y tiempo de curar; tiempo de destruir y tiempo de edificar lo que alguna vez cayó.

Habrá un tiempo de llorar y el tiempo de endechar. ¿Te fijaste que después de todo ello habrá tiempo de bailar? Sin embargo, te lamentarás de esparcir las piedras pero tendrás  el tiempo para juntarlas. ¿Por qué? Porque tienes que aprender la paciencia y ello no se aprende de la noche a la mañana. Pero si sé que hay momentos que a tu vida la abrazarás con todo lo mejor que tienes pero alguna vez no lo harás porque los tiempos son malos…

¿Y si tuvieses todos los bienes que más anhelaste? Tendrías un tiempo entonces de buscar lo mejor y un tiempo de perder. Entonces, experimentarás un tiempo de guardar lo que Dios te dio, y un tiempo de desechar en esas circunstancias. Hay tiempos de romper con lo que no nos sirve y tiempos también de coser nuevamente. Experimentarás  los tiempos de callar pero esperarás el tiempo de hablar proclamando entonces, la verdad. Descubrirás tu tiempo de amar y tendrás tu tiempo de aborrecer lo que no era verdadero Vivirás los tiempos de guerra para así conquistar otra vez lo perdido en el tiempo de paz.

¿Qué provecho tendríamos en lo que trabajamos en aquello que nos afanamos? Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. No obstante, todo lo hizo hermoso en su tiempo y ha puesto la eternidad en el corazón de sus hijos sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio del mundo, hasta el fin de todo lo creado...

También supe que no hay cosa mejor para los hombres que alegrarse y hacer siempre el bien en su vida. Es un regalo de Dios que todo hombre se alimente y beba, gozando así el bien de todo lo que ha hecho y ha encontrado.

Comprendí que todo lo que Dios hace será inacabable, perpetuo, sobre todo lo que hizo. No se añadirá más ni tampoco se disminuirá. ¿Sabes por qué? Porque Dios lo hace para que en su presencia lo reconozcan todos los hombres. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.    Pr. Roque Puell López Lavalle

Fuente:
La Biblia 
(Paráfrasis de Eclesiastés cap. 3)

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