martes, 31 de marzo de 2020

Nostradamus


Michel Nostradamus, historiador, médico y adivino, predice cosas una detrás de otra hasta el año 3979, que sobrevendrá el fin de los tiempos porque cuando quiere, bien concreto que es el zagal. A él se le atribuye haber previsto el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la ascensión de Hitler al poder en Alemania el siglo pasado, el asesinato de J.F Kennedy, en 1963 o el ataque terrorista de las Torres Gemelas de Estados Unidos, en 2001. ¿Y qué dice del año 2020? Pues de manera más o menos clara, dice que Gran Bretaña cambiará de monarca. (Vale, la reina está ahí... puede ser). Dice también que habrá muchos incendios y mucho calor en Europa. Pues hombre, sí, es probable. Habla de terremotos en el Nuevo Mundo cuando Mercurio esté retrógrado en Cáncer (Esto probablemente sea California entre el 18 de junio y el 12 de julio). Y atención, habla de un terrible ataque de Oriente a Occidente que cambiará el rumbo de la historia. Pero un detallito: no dice cuándo. A mí me da que ese ataque no es bélico sino que es una cosita que empieza por "corona" y termina por "virus". Muchos quieren ver el reflejo del prolijo virus en estos versos -estos sí, en torno a nuestra época- tan simpáticos que dicen: "La gran plaga de la ciudad marítima no cesará hasta que se vengue la muerte de la sangre justa, condenada por un precio sin crimen, de la gran dama indignada por la simulación".

¿Profeta de Dios?



La profecía, para decirlo con una sola palabra, procede de Dios.

La adivinación procede del demonio o de la astucia humana.

Entre ambos existe una fosa infranqueable.

No hay año en el que no se ponga de moda Nostradamus… sus profecías aparecen en los medios de comunicación –siempre con tintes catastrofistas y negativos– y producen inquietud en no pocas personas. Nostradamus, el nombre enigmático y atrayente, el paradigma del visionario. En los años 90, el periodista Damián Thompson constataba que “todo título que incluya el nombre de Nostradamus, el vidente francés del siglo XVI tiene la venta asegurada, como cualquier libro con una nave espacial en la portada”. Pasaba en los años 90 y pasa ahora. Porque, antes y después del redondo año 2000, cargado de resonancias milenaristas, la figura de Nostradamus ha seguido interesando al personal, y se ha utilizado como gancho comercial y reclamo publicitario, además de servir de autoridad a la que acudir en las más diversas previsiones apocalípticas.

¿Quién fue este personaje, qué escribió?

¿Merece la pena que se le dedique tiempo e interés?

La figura histórica de nostradmus 

Michel de Nôtre-Dame nació en 1503 en Saint-Rémy-de-Provence, al sur de Francia, en una familia acomodada de origen judío converso (de ahí su apellido alusivo a la Virgen María). Hizo estudios de Medicina y la ejerció de forma profesional, además de dedicarse también a la astrología, la elaboración de horóscopos y otros saberes propios del esoterismo, algo común en su época. En 1537 enviudó de su primera esposa y perdió a sus dos hijos por causa de la peste. En 1547 contrajo segundas nupcias con una viuda adinerada, lo que favoreció que se dedicara más al ocultismo. El también llamado “mago de Salón” (por afincarse en esta ciudad provenzal) empezó a escribir profecías, normalmente de signo negativo, por lo que la sociedad de su tiempo lo miraba con recelo. Algunos aseguran que en sus inicios como vidente evitó la condena a muerte por gozar del favor de la reina francesa de su tiempo, Catalina de Médici. Sin embargo, su fama aumentó y, gracias a lo que algunos consideraban aciertos en sus vaticinios, consiguió llegar a ser médico real en tiempos de Carlos IX.

Murió en 1566, aquejado de gota. En su epitafio se le denomina “el único hombre digno, a juicio de todos los mortales, de escribir con pluma casi divina, bajo la influencia de los astros, el futuro del mundo”.

Su obra: Las Centurias

Nostradamus ha sido llamado “el más grande y genial de los profetas de la era cristiana”. Esto se debe no tanto a sus pronósticos sueltos y a los horóscopos personalizados que compuso para los aristócratas de su época, sino sobre todo a que en 1555 publicó en Lyon su obra más célebre: Las Centurias, cuyo título original completo es: Las verdaderas centurias astrológicas y profecías. Se trata de una obra escrita a base de cuartetas con rima, agrupadas en el proyecto original de cien en cien, y de ahí su encabezamiento. El libro está formado por diez de estas centurias y está escrito con un lenguaje ciertamente misterioso, casi críptico, con nombres figurados para los lugares, mezcla de términos en diversas lenguas, símbolos, palabras con errores voluntarios, alusiones enigmáticas, etc.

Varios estudiosos han hallado en sus versos abundantes elementos copiados de textos clásicos y obras ocultistas anteriores.Yendo más allá de las profecías de su tiempo, se han atribuido a Nostradamus diversos “aciertos” en la historia posterior, como sus supuestas predicciones de la Revolución Francesa, el acceso al poder de Napoleón… y todo lo vivido en el siglo XX, por la atención especial que se le ha prestado.

En un libro de divulgación de sus profecías podemos leer que “desde que terminó la primera guerra mundial hasta que estalló la segunda… los principales acontecimientos que caracterizan este período… fueron descritos por Nostradamus con absoluta precisión y, a menudo, con particularidades y detalles que excluyen cualquier posibilidad de error en la interpretación de cuanto nos legó el gran vidente”. Aparece todo lo imaginable: la ocupación de Roma y la unificación italiana, la Revolución Rusa, el ascenso de Hitler y el nazismo, la Sociedad de Naciones, el auge y caída del fascismo, la Guerra Civil española, la Guerra del Golfo y los muchos conflictos de Oriente Medio, la Unión Soviética, la caída del Muro de Berlín, el 11-S, etc.

Pero no sólo se trata de acontecimientos bélicos y políticos, sino que también se han visto en sus Centurias vaticinios de la invención del cine, el aeroplano, el telégrafo, el teléfono, la electricidad, e incluso de la epidemia del sida, etc. Veremos un ej. concreto de los métodos de interpretación que se aplican a las Centurias. Si leemos una de ellas (I, 10), sus primeros versos dicen: “serpientes transmitidas en la jaula de hierro / donde los siete hijos del rey van presos, / los ancianos y padres saldrán bajo de la fosa”.

¿Qué habría predicho aquí Nostradamus?

Pues nada más y nada menos que la cinematografía, ya que las “serpientes” serían los rollos de celuloide y los proyectores “la jaula de hierro”. En ellas estarían aprisionados “los siete hijos” (colores del arco iris) “del rey” (el sol, la luz) y harían aparecer los antepasados que están “bajo de la fosa” en la pantalla. Como puede observarse, una interpretación totalmente simbólica y posterior al hecho, que podría aplicarse a muchas cosas más. Y ciertamente con mucha imaginación… demasiada imaginación.

El fin del mundo

Una de las cuestiones más discutidas y publicitadas de Nostradamus, como sucede con todas las profecías que se sacan a la luz de vez en cuando, es la relativa al fin del mundo, o al menos al fin de la civilización en la que vivimos. Fijándose en las Centurias, hay autores que hablan del año 3797, pero otros intérpretes de la obra del vidente francés adelantan ese momento crucial al año 2031. O al año 2015.

Pero si nos vamos más atrás y empezamos a repasar libros publicados anteriormente, nos podemos encontrar con muchas sorpresas. Una de ellas, sin ir más lejos, la hallamos en un comentario publicado en París en 1947. En él, los “expertos” en la obra del vidente provenzal señalan que, atendiendo a sus cuartetas, el fin del mundo estaba fijado para junio de 1999. Y no sólo eso, sino que en el medio siglo anterior estaban previstos varios acontecimientos de gran importancia como la caída de la monarquía inglesa, la conversión de los protestantes, la derrota del mundo árabe… para terminar, como punto final al transcurso de la historia, con la aparición del Anticristo, el oscurecimiento del sol y un nuevo diluvio. Epílogo: el juicio final. Y se acabó. La cuestión es que… esto hubo gente que se lo tomó en serio. Muchos recordarán que el 11 de agosto de 1999 se produjo un eclipse solar total.

Así que fue el terreno abonado para sacar a la luz, de nuevo, esa interpretación de las Centurias (X, 72) de Nostradamus y provocar el miedo en la gente: “El año mil novecientos noventa y nueve siete mes, / del cielo vendrá un gran Rey de pavor”. Pasó el eclipse y todo siguió igual. Nada de pavor ni de destrucción. Por mucho que personas como el diseñador de moda Paco Rabanne defendieran en público el advenimiento del fin del mundo, basándose en Nostradamus. El modista francés hasta cerró sus tiendas y marchó de París, consciente de su responsabilidad de “prevenir a los humanos”.

¿Un verdadero profeta de Dios?

Hay un intérprete español de Nostradamus, José María Pueyo, que lo defiende a capa y espada como “un verdadero profeta, designado por Dios para cumplir la misión que a lo largo de la Historia cumplieron todos los profetas: la revelación de un mensaje de Dios a los hombres”. Para Pueyo, “la naturaleza de este mensaje no puede ser otra que Su propia Existencia. Es decir, la profecía no es más que un vehículo que anuncia, a través de su verificación, una fuente de inspiración de procedencia divina”. Dice en más de una ocasión que fue “ayudado por la inspiración del Espíritu Santo”. Por eso este autor mantiene “la gran categoría de su persona y el carácter casi sagrado de toda su obra”. Vamos, toda una canonización del vidente provenzal.

Como acabamos de ver, hay creyentes que intentan legitimar las profecías de Nostradamus desde el punto de vista de la fe cristiana. ¿Es cierto esto? La respuesta nos la da la Sagrada Escritura, donde los profetas desempeñan un papel fundamental. De hecho, una de las tres grandes partes del Antiguo Testamento está formada por los escritos proféticos (los llamados cuatro profetas mayores y doce menores).

Sin embargo, la Biblia distingue con gran claridad la adivinación de la profecía, siendo condenada la primera sin contemplaciones. Moisés llama al pueblo hebreo a no imitar las “abominaciones” que practican los pueblos paganos que habitaban la tierra prometida, y entre ellas señala a la existencia de vaticinadores, astrólogos y adivinos (Deuteronomio 18, 9-11). ¿La razón? Así de simple: “esas naciones que tú vas a desposeer escuchan a astrólogos y vaticinadores; pero a ti no te lo permite el Señor, tu Dios” (Deuteronomio 18, 14).

Como siempre, lo que está en el fondo es el primer mandamiento: reconocer, adorar y amar al único Dios, poniendo en él toda la confianza, entregándole la totalidad de la persona. Es muy significativo que justo después de este rechazo de los adivinos, el Deuteronomio hable de los profetas. La pregunta es obligada, ya que de éstos se habla muy bien, y se dice que van a surgir nuevos profetas: ¿Qué diferencia hay entre unos y otros? Esto es lo que le dice Dios a Moisés: “suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá todo lo que yo le mande” (Deuteronomio 18, 18).

El Texto Sagrado también aporta el criterio de discernimiento de la verdadera profecía a continuación: “cuando un profeta hable en nombre del Señor y no suceda ni se cumpla su palabra, es una palabra que no ha dicho el Señor: ese profeta habla por arrogancia, no le tengas miedo”. (Deuteronomio 18, 22).

Léon Cristiani, canónigo francés, escribía en 1955 a propósito de Nostradamus que “conviene establecer una diferencia tajante entre adivinación y profecía. La auténtica profecía es cosa santa, tanto como la adivinación es algo frívolo o culpable. La profecía, para decirlo con una sola palabra, procede de Dios. La adivinación procede del demonio o de la astucia humana. Entre ambos existe una fosa infranqueable”. Este sacerdote compatriota del famoso vidente juzgaba así un comentario publicado en su tiempo sobre los supuestos aciertos de Nostradamus “demostrados” por la historia: “una sola cosa nos tranquiliza un poco, y es que antes de los acontecimientos, las profecías de Nostradamus eran impenetrables”.

Muchos siglos antes, Cicerón hacía una crítica en su tratado De divinatione porque, según él, “la superstición extendida entre los pueblos ha hecho pesar su yugo casi sobre todas las almas, y ha tomado al asalto la imbecilidad humana”, dejando claro que “suprimir la superstición no es destruir la virtud de la religión”, pues “existe, efectivamente, una superstición que nos presiona, que nos persigue, hacia cualquier lado que nos volvamos, ya prestes oído a un profeta o escuches una palabra de presagio”.

Pandemias y Epidemias

Existe una tremenda casualidad digna de mencionar. En estas fechas han ocurrido pandemias y epidemias que provocaron muertes masivas aproximadamente cada 100 años: 1320, 1520, 1620, 1720, 1820, 1920.

La Peste Negra de 1320.
Se cree que la peste bubónica, mayormente conocida como la Peste Negra, apareció por primera vez en Mongolia alrededor de 1320. Sus síntomas eran dolores de cabeza, fiebre y escalofríos. Sus lenguas a menudo parecían de un color blanquecino antes de que hubiera una inflamación severa de los ganglios linfáticos. Finalmente, aparecieron manchas negras y moradas en la piel de los afectados; la muerte podría seguir dentro de una semana.

 La Viruela en 1520.
Esta enfermedad fue un factor determinante para la victoria española contra Tenochtitlán. Cobró las vidas de entre 2 a 3.5 millones de indígenas según historiadores. Muchos aztecas sucumbieron a la viruela que llegó con los europeos, como el tlatoani Cuitláhuac, vencedor de Hernán Cortés.

Enfermedad Extraña en 1620.
El 16 de marzo de 1620 los colonos de Plymouth llegaron a bordo del Mayflower a Estados Unidos. Se dice que la gran mayoría de los pasajeros murieron y tal enfermedad se dispersó entre los pobladores de la costa este de América del Norte.

La Gran peste de Marsella en 1720.
La peste de Marsella de 1720, fue el brote de epidemia de peste registrado en Francia. El Gran San Antonio, un barco del levante mediterráneo que atracó en Marsella el 25 de mayo de 1720, fue el causante de la epidemia. Como consecuencia de una serie de graves negligencias, y a pesar de las estrictas medidas de seguridad (que comprendían la puesta en cuarentena de pasajeros y mercancías), la plaga se extendió por la ciudad. La peste se extendió rápidamente causando entre 30 000-40 000 muertes, entre un total de 90 000 habitantes. En la Provenza causó entre 90 000-120 000 víctimas, sobre una población de unos 400 000 habitantes.

El Cólera en 1820.
En 1820, esta enfermedad se presentó en Java y Borneo. Llegó a China en 1821, luego se expandió hacia el oeste de Ceylán y más tarde arribó a Persia, Arabia, Siria y Cochinchina en ese mismo año. Los vastos territorios iraníes del Imperio ruso fueron contaminados por el ejército enfermo y decenas de miles de hombres fallecieron.

La Peste Neumónica en 1920
Según información de la Biblioteca Nacional de Medicina de USA. Institutos Nacionales de Salud, la segunda epidemia de peste neumónica ocurrió en Manchuria entre 1920 y 1921.

Coronavirus en el 2020

Un nuevo tipo Coronavirus descubierto a mediados de diciembre de 2019 en el centro de China hace su aparición. El 11 de febrero de 2020 la Organización Mundial de la Salud denomina oficialmente como COVID-19 a la enfermedad producida por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. La mayoría de los infectados provienen de la ciudad de Wuhan capital de la provincia de Hubei al oeste de Shanghái. *Al cierre de la redacción de mi casa hay más de 140.000 casos de contagio en más de un centenar de países del mundo, la inmensa mayoría (cerca de 81.000) en China, donde se han registrado más de 3.170 muertes por esta causa. La cifra de decesos en todo el mundo supera los 4.700 y la de los recuperados, los 65.000.


Autor: Luis Santamaría del Río

¿Qué dice la Biblia?

Deuteronomio 29:29. (Leer) “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley”.

2 cosas importantes: El futuro, que es secreto pertenece solo a Dios. El único q sabe lo que existirá más adelante, presente, pasado y futuro. No existe otra criatura que pueda saber a ciencia cierta  el futuro.Dios en su soberana  voluntad ha decidido revelar ciertas cosas sobre el futuro. La revelación se ha dado a los profetas cuyas profecías se encuentran en la Palabra de Dios. Ni Satanás, los demonios o los ángeles pueden saber con exactitud lo que va a suceder tanto en el futuro inmediato, el futuro mediato o lejano. Solo Dios lo sabe.

 Con este preámbulo tenemos 2 Alternativas:

1.    O Dios reveló el futuro a Nostradamus y a otros como él.- Esta ha sido totalmente descartada porque todo lo que Dios ha querido revelar sobre el futuro a la humanidad, ya ha sido revelado y no queda más por revelar.

           Apocalipsis 22:18,19.

18 "Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro". Ya que Dios no ha revelado más de lo que ha sido revelado y eso consta en la Biblia, queda entonces la única alternativa, es la 2.

2.    O es una patraña bien montada  lo q Nostradamus ha profetizado bajo el disfraz de profecía.- No solo tiene que ver los profetas sino Satanás y sus demonios que son los títeres en las hábiles manos de Satanás. Nostradamus lo único que hace es ADIVINAR. La Biblia informa que la Adivinación  es tan antigua como la humanidad y es un pecado   severamente condenado por Dios

Antiguo Testamento Levítico 19:31

31 "No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios". Dios prohibió a su pueblo contaminarse  porque la adivinación es abominación a Dios. Las naciones alrededor del pueblo escogido, eran adeptas a los adivinos. Y Dios decidió su exterminio.

NuevoTestamento: Hechos 16:16 – 18.

16 "Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. 17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. 18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora"

OJO: Queda claro q el origen de la capacidad de adivinación que tenía la muchacha, partía de un demonio. Cuando Pablo expulsa al demonio que tenía a la muchacha, se extinguió la capacidad de adivinación que la muchacha tenía.

Pregunta:

¿Pueden los demonios conocer el futuro?

NO porque ellos no lo saben y ni Satanás tampoco porque ellos, NO SON ETERNOS, no han vivido todavía el mañana. Sin embargo, ambos pueden saber muchas cosas q nosotros no sabemos porque en realidad, son más viejos que nosotros, más que nosotros y más poderosos que nosotros. Un demonio puede saber el lugar donde alguien escondió algo hace siglos y en ciertos casos podría comunicar este conocimiento a alguna persona que tenga contacto. Por eso el adagio de “más sabe el diablo por viejo que por diablo”, es claro.

PARA REFLEXIONAR

¿Por qué es que hoy en día hay como un renovado interés en las cosas ocultas como la adivinación, las supuestas profecías de Nostradamus y de los mayas?

Porque es el hombre que se encuentra desesperado, rodeado de tanto desarrollo tecnológico pero se siente solo, desesperadamente busca algo a qué aferrarse, está cansado de la religión que fracasa en darles respuestas para su diario vivir y encuentra en el OCULTISMO, un campo fértil para experimentar nuevas sensaciones.

NO ha sido el propósito divino que el hombre conozca con exactitud lo que va  a acontecer en el futuro, ni siquiera el futuro inmediato como el día de mañana. 

Mira lo que dice…

Proverbios 27:1  "No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día."

 Compilado

viernes, 20 de marzo de 2020

Las Razas



¿Qué es una raza? No hay una sola característica que distinga una raza de otra, más bien son combinaciones de características que son necesarias para identificar a una raza. La mejor definición de raza humana es la siguiente: Una raza es compuesta de personas quienes demuestran una combinación de características físicas que son transmitidas de padres a hijos.” Como se nota en esta definición solamente las características físicas están incluidas en esta definición. Sin embargo, muchos científicos están convencidos de que debe entrar en la definición también las características de personalidad, o en otras palabras, aspectos espirituales, de inteligencia, etc.

¿Razas puras? Ya no hay razas “puras”. Por generaciones incontables las razas se han estado cruzando. Algunos antropólogos creen que los pigmeos de los bosques Ituri de África Ecuatorial componen una raza pura. Si esto es cierto, es la única raza que no se ha cruzado con otras.

Las tres razas Basándose en las características distintas, los antropólogos identifican tres razas principales: Caucásico (Jafético) o blanco; Negro; Mongoloide o amarillo.

I. La raza Caucásica

La mayoría de los de esta raza son de descendencia europea tradicional. Los subgrupos son:

  1. Nórdico,
  2. Báltico Oriental,
  3. Alpino,
  4. Dinárico,
  5. Mediterráneo.
  6. Amenoidios
Los Nórdicos tienden a ser altos, de barba larga y son rubios. Se hallaron originalmente en el centro de Noruega, y en un semicírculo compuesto de  las Islas Británicas, Europa Central y el Mar Báltico. Algunos Nórdicos también se encuentran en la parte norte de Italia, Polonia, la parte norte de Rusia, y África del norte. Los Amoritas y los Kurdos de la Cordillera del Cáucaso también son Nórdicos.

Los Bálticos Orientales tienen cabezas redondas y anchas. Se hallan en la parte oriental de Alemania, Polonia, Grecia, y en muchas partes de Rusia.

Los Alpinos se hallan principalmente en el centro de Francia, el sur occidental de Alemania y en la parte occidental de los Alpes. También se encuentran en Checoslovaquia, Hungría, Inglaterra, la parte norte de España, la parte norte de Italia y en partes de África del Norte y la región del Cáucaso.

Los Dináricos cuyas cabezas son cortas, de estatura alta y cuerpos redondeados se encuentran en la parte sur oriental de Europa. Se encuentran por los países Bálticos y el Ucranio y se extienden hacia el norte y occidente hasta las partes sureñas de Polonia y Alemania.

Los Mediterráneos son un pueblo de cabezas alargadas que se encuentran principalmente en las tierras alrededor del Mar Mediterráneo. Algunos están esparcidos por Rumania, Checoslovaquia, Rusia, Bélgica, Inglaterra, Gales y Asía Menor. Componen el elemento básico de la población del norte y centro de la India.

Grupos Mixtos: Los Vedda de la India, los Ainu de Japón, los Polinesios que ocupan algunas de las islas del Océano Pacífico y los Australoides o aborígenes de Australia. Todos estos son mixtos, pero básicamente son caucásicos. Algunos antropólogos los identifican como una cuarta raza llamada la Caucásica Arcaica. Se hallan en Australia, Tasmania y como un menor elemento en la India, Ceilán y Melanesia. Ahora se añadía a este grupo mixto a los Ugro-finlandeses, pero ahora algunos antropólogos creen que son de origen europeo. Este grupo está esparcido por el norte de Europa y Asía, desde Liberia hasta la Península Escandinava.

II. La Negra

Esta Raza incluye a:

  1. Etíopes o Hamitas
  2. Sudaneses
  3. Nilotes
  4. Bantú
  5. Negros de la Selva
Los Etíopes: son una mezcla de personas de piel negra y se hallan principalmente en Etiopia y Somalia. Son llamados Hamitas porque hablan una de las lenguas clasificadas como “hamitas”. También existen los “medio-hamitas”, que están esparcidos por el norte y el noroeste de África.

Los Sudaneses y los Nilotes: se hallan en la parte oriental de la Sudan y el Valle Alto del Nilo.

Los Bantú: llamados así porque hablan una de las muchas lenguas Bantú y se hallan en todas partes del África que están al sur del ecuador, con excepción del gran Valle Rift de África Oriental y la punta extrema del continente. Se extienden hacia el norte hasta la latitud norte de cuatro grados.

Los Negros de la Selva: Este grupo a veces es llamado “los verdaderos negros” y se hallan por la costa de Guinea.

Los pueblos negros de las Islas Pacíficas incluyen a los de Melanesia y los Papúa. Los melanesia, se hallan por todo el Pacífico desde las Islas Admiralty hasta Nueva Caledonia. También viven por el área de la costa de Nueva Guinea y entre las islas orientales y sud-orientales de esta área. Los Papúa se hallan en Nueva Guinea y en las islas sud-orientales del archipiélago de la India Oriental. Los pigmeos se hallan en África y Malasia. Los de África a veces llamados “negrillos”, viven en la Selva Ituri del Congo. Los pigmeos de Malasia, también llamados “negritos” se hallan en las Islas Andaman, la Península de Malay, en Sumatra, la Nueva Guinea Holandesa y las Islas Filipinas. Los Bushmen y los Hottentots son grupos de pigmeos que se hallan en el desierto de Kalahari de África del Sur. Algunos científicos los clasifican como negros, pero otros los clasifican como mongoloides, mientras que todavía otros dicen que son una raza por separado.

III. La raza Mongoloide

Esta raza incluye a los

  1. Siniticos,
  2. Mongoles, tribus indígenas americanas
  3. Esquimales.
El subgrupo Sinitico se halla en China. Probablemente los japoneses sean una mezcla de Sintico con Ainu. Esta mezcla posiblemente existe también en el Tibet, Borneo, Nepal y el noroeste de la India. Los mongoles se hallan en Mongolia y en otras partes de Asia. Los Malasios son básicamente mongoles y se hallan en las Islas Filipinas, Java, Sumatra, Bali y las islas pequeñas de Malasia. En algunos lugares existe una mezcla de Caucáseos con mongoles.

Diferencias entre las razas

Característica
Caucáseos
Negros
Mongoloides
1. Estatura
Altos o medio altos
Tendencia a ser altos, pero hay grupos muy bajos (los pigmeos)
Medio Altos
2. Cabeza
De larga a redonda
Tiende a ser larga
Redonda
3. Piel
De Blanca a Rojiza
De Rojiza a negro-café
De amarilla a rojiza
4. Color de Ojos
De café oscuro a claro
De Café claro a Café oscuro
De Café claro a Café oscuro
5. Ojos

El risco del ojo es grande
Riscos moderados
Riscos moderados, con el párpado epicantico
6. Color del Cabello
De rubio a café oscuro
De café muy oscuro a negro
De café muy oscuro a negro
7. Forma del Cabello
De lacio a chino
Extremadamente chino
De lacio a chino
8. Textura del Cabello
Fina
Gruesa, parecida al alambre
Gruesa
9. Los vellos
Profusos
Muy pocos
Casi nada
10.Contorno facial
De ovalado a cuadrado
Tendencia a ovalado
Tendencia a cuadrado
11. Perfil facial
Recta
Inclinada
Recta
12. Mejillas
Comprimidas
Moderadamente comprimidas
Laterales y prominentes
13. Barba
Prominente
Débil
Moderada
14. Nariz
De Angosto a moderado
Muy ancho y abierto
Moderadamente ancho
15. Paladar
Chico
Grande
Chico
16. Dentadura
Chica
Grande, en especial la primera muela
Chica
17. Oído
Grande, el lóbulo muy desarrollado
Chico, lóbulo moderadamente desarrollado
Moderado y proporcionado
18. Piernas
La parte inferior es corta en comparación con la parte superior
La parte superior es corta en comparación con la parte inferior
Cortas
19. Brazos
Antebrazo corto
Antebrazo muy largo
Cortos
20. Pies
Arco alto, largos y anchos
Arco plano, dedos grandes y largos
Arco moderado, chicos y delgados
21. Cuerpo
Muscular
Lineal y muscular
Muscular y lineal

A veces se confunden los países de origen con las razas. La nacionalidad no necesariamente refleja la herencia racial de una persona. No hay una raza alemana, italiana o judía por ejemplo. No se debe confundir la herencia con raza. Existen diferentes herencias o tribus dentro de cada raza. También se confunden las lenguas con las razas. Hay una lengua alemana pero no hay una raza alemana. Muchas veces se basa la enemistad en las razas. Hay quienes demuestran un disgusto por ciertas características de otra raza.


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Datos tomados de The World Book Enciclopedia, Vol.16, 1966, adaptado y traducido por J. Hendrix-Weidner