Mt. 6:19-24
El
Señor Jesucristo comienza aquí otra sección de su mensaje, y habla de lo
relacionado con la parte material del hombre en cuanto al dinero. En la primer
parte habla de la preocupación por tener dinero o riquezas, y en la segunda
(vs. 25-34) de la preocupación por no tenerlo.
"No
os hagáis tesoros en la tierra". Sal. 39:6; Lc. 12:16-21 Las riquezas son
pasajeras, pues a lo sumo duran durante la vida terrenal del hombre, pero no
aprovechan para la eternidad. Podríamos preguntarnos ¿Qué tiene de malo buscar
un buen pasar? Lo malo es que quien se preocupa por obtener riquezas piensa que
si las obtiene lo ha hecho por propio mérito, y desconoce la obra de Dios. Job
31:24, 25,28.
Un
tesoro es algo preciado, algo que quien lo posee hace todo lo posible por
mantener, y donde pueden dejarse de lado otras cosas para conservarlo. Esta
razón es también explicada por el Señor: donde esté tu tesoro, estará tu
corazón. El joven rico de Lucas 18 estaba dispuesto a todo por obtener la vida eterna,
excepto a una cosa: dejar de confiar en sus riquezas. Su corazón, su deseo más
íntimo, se encontraba en el dinero, que era su tesoro.
¿Es,
entonces, incorrecto poseer muchos bienes? No. (Sal. 62:5-7, 10,11) Alguien
puede poseer mucho y su corazón estar en Dios. Job es un buen ejemplo: Dios le
había dado tantas cosas materiales que llegó a ser el hombre más grande de
todos los orientales, pero su tesoro estaba en Dios. Su pertenencia más
preciada era Dios (Job 19:25-27) Su secreto era considerar sus posesiones como
regalo de Dios, y no como algo que él había logrado. (Job 2:10).
Mt.
6:24 Esta parte se completa con la idea que tanto Dios como las riquezas (o el
ansia de poseerlas, porque hay quien sin poseer mucho dedica su tiempo a
conseguirlas), pueden ser señores de la persona, es decir, ejercen dominio
sobre ella. No existe la posibilidad de compartir el señorío, puesto que son
cosas completamente opuestas: una tiene como centro a Dios y la otra al
egocentrismo humano. El "no podéis" de Cristo no es un mandamiento,
sino un hecho.
Este
pasaje también nos menciona que el ojo es la lámpara del cuerpo. Si ponemos la
mira en las cosas de arriba (Col.3:2), nuestro cuerpo tendrá luz, y podremos
ver más allá de lo inmediato, que es terrenal, hacia lo eternal. Pero si el ojo
es malo, el cuerpo está en tinieblas, por lo que no podemos ver. Ef. 4:17-20 Si
el entendimiento está en tinieblas, no puede discernir. Los que andan "en
la vanidad de su mente" tienen la vista puesta en sí mismos, y se olvidan
de Dios. Pr. 23:4,5 No poner los ojos (la atención) en las riquezas. ¿Y quién
lo dijo? Salomón, que fue uno de los más ricos de la tierra. ¿Por qué? Ec.
5:10-12. Lo importante es tener "visión espiritual", es decir,
capacidad para ver lo que Dios nos quiere mostrar, a través de su palabra, de
las circunstancias, etc. (1 Co.2:14-16).
Mt.6:20
Hacer tesoros en el cielo. ¿Cómo se hacen tesoros en el cielo?
• He. 11:24-26 Identificación con
Cristo, pase lo que pase.
• Mt.19:21 Obediencia total.
• He.10:34-36 Buenas obras, confianza,
paciencia, hacer la voluntad de Dios.
• Gál. 6:9 Hacer el bien
• Pr.11:18 Obrar justamente
• Col. 3:23-24 Hacer todo como para el
Señor (y todo lo que esto implica)
• Col. 3:5 Haced morir la avaricia
(amor al dinero) que es idolatría. No hay forma de servir a Dios y a las
riquezas simultáneamente. He. 13:5 "contentos con lo que tenéis
ahora" Fil. 4:11-13 El gran ejemplo de Pablo. 1 Ti.6:6-19
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