sábado, 14 de enero de 2023

Engañoso y perverso

 


«El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es? Pero yo, el Señor, investigo todos los corazones y examino las intenciones secretas. A todos les doy la debida recompensa, según lo merecen sus acciones» (Jer 17:9-10 NTV).

Jean-Jacques Rousseau, polímata suizo francófono, dijo: «El hombre es bueno por naturaleza, es la sociedad la que lo corrompe». Pero, Dios, por medio del profeta Jeremías, dice exactamente todo lo contrario: «El corazón del ser humano es la fuente de toda la maldad que hay en el mundo». Y Jesús especifica que en el corazón de los hombres se gestan «los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia y la insensatez» (Mc 7:21-22). Entonces, ¿Quién tendrá la razón: Rousseau o Dios?

Albert Einstein creía que «hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana». Pero, ahora sabemos que son tres, porque el corazón del hombre había sido una matriz infinita de perversidad. Todos los días de la semana, el corazón de algún ser humano que vive en algún punto del planeta, está inventando una nueva forma de pecar. Así que, el corazón del hombre fue creado inocente, pero no impecable, y el pecado de Adán fue el que lo corrompió por completo: puede descubrir medicinas para salvar vidas y crear drogas para perderlas, fabricar herramientas para construir y armas para destruir.

¿Hay esperanza de salvación para el corazón del hombre? La respuesta es un rotundo SÍ. El corazón del hombre fue creado para ser la morada de Dios, pero desde que le dio la espalda a su Creador, se ha vuelto salvaje y desbocado. Pero, Cristo vino para quitar el corazón de piedra de los hombres y darles un corazón de carne. La salvación que Jesucristo ofrece no consiste en poner un parche espiritual sobre el corazón enfermo, sino transformarlo completamente: «De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas» (2 Co 5:17).

Por lo tanto, la noticia prominente para hoy no puede ser otra que, Dios te ama de tal manera, que no te dejó abandonado a tu suerte, sino que envió a su Hijo Jesucristo para dar su vida en rescate por la tuya, y derramar su sangre en la cruz del Calvario para perdonar todos tus pecados y librarte de toda maldad. Arrepiéntete de todo corazón en este momento y confiesa con tu boca que Jesús es tu Señor y Salvador y serás salvo, tú y toda tu casa. Amén.

  C. S. F.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario